Una cabeza humana pegada al volante de un coche. Este es el hilo del que empieza a tirar el taciturno escritor treintañero Hugo Vartán. Una misteriosa cadena de muertes y desapariciones tras las que se perderá, a modo de "Se ha escrito un crimen" en versión mumblecore, cual Dashiell Hammett postcrisis, compartiendo piso y viviendo a base de patatas, café y cigarrillos.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.