Las personas que toman los últimos metros en los días laborales siempre llevan la ropa arrugada. Sentadas en un vagón casi vacío, se miran, se adivinan. Después de un día más de oportunidades perdidas, sólo esperan ya llegar a casa. Mañana será otro día.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.