Durante seis meses, miles de líderes religiosos tales como arzobispos, obispos, sacerdotes y pastores católicos, evangélicos y anglicanos, fueron contactados a través de internet y grabados por webcam teniendo sexo virtual con un actor. Además de Brasil, se registraron escenas involucrando a clérigos en países tan diversos como Estados Unidos, Holanda, España, Francia, Bélgica, Reino Unido, Costa Rica, México, Alemania, Filipinas, Italia o incluso el Vaticano. Este trabajo revela las hipócritas prácticas detrás del discurso de odio contra los homosexuales y especialmente los graves daños que causa en las familias de todo el mundo, sobre todo entre la parte más joven de la población.
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