No pudiendo rodar en New Hampshire, el director de cine Walt Price decide trasladarse a una pequeña ciudad, en el estado de Vermont, al enterarse de que allí hay un viejo molino, elemento indispensable para la película. Todo parece perfecto: los vecinos están ansiosos por participar como figurantes y mezclarse con lo más brillante de Hollywood.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.